La gastronomía engloba el acto de cocinar dentro de un contexto más amplio donde hay elementos relacionados con las maneras en la mesa (comportamientos individuales y colectivos ligados con la alimentación), elementos socioantropológicos (creencias, supersticiones, prohibiciones, preferencias, elecciones alimentarias, orden culinario) y, en especial, elementos simbólicos.
Recordemos que la alimentación es un acto social, regido por normas y significaciones, como si se tratara de un segundo lenguaje, que permite a los miembros de una sociedad determinada ubicarse dentro del mundo e integrarse como grupo social, para reafirmar su pertenencia (identidad con los miembros de una cierta comunidad). Ese concepto es mucho más amplio que el que estuvo vigente, que privilegiaba el saber comer, como si fuera una ética o una estética de clase, que es el concepto que puso en vigencia Brillat-Savarin, en la Fisiología del Gusto.
En este sentido, la gastronomía comprende la transformación que realiza la cocina (del ingrediente a la preparación culinaria), agregando consideraciones relacionadas con la agronomía y la zootecnia, la economía, la nutrición, la dietética y la medicina, la sociología y la antropología. Algunos piensan que es una ciencia y otros un arte.